Las dificultades de comprensión lectora son una causa frecuente de fracaso escolar entre nuestros alumnos. Aunque en algunas ocasiones dichas dificultades sean una consecuencia más de la dislexia, es importante tener en cuenta que ambos trastornos no tienen porqué ir siempre de la mano. Este hecho provoca que algunos alumnos que presentan esta inmadurez específica de comprensión lectora, pasen a menudo desapercibidos hasta que alcanzan niveles de 3º, 4º, 5º,… de primaria.
Es en estos cursos, cuando los contenidos académicos son más complejos y hacerles frente se convierte en una tarea cada vez más ardua y costosa, tanto para ellos como para sus familias, que habitualmente se ven obligadas a hacer deberes, explicar los diferentes temas,….. y a estudiar con sus hijos.
Los niños que presentan un Trastorno específico de la comprensión lectora suelen poseer una mecánica lectora aceptable. Aunque no podemos considerarlos grandes lectores, son capaces de llevar a cabo una lectura correcta, con una velocidad lectora suficiente para su nivel escolar.
Su vocabulario suele ser pobre e inferior al esperado para su edad, lo que provoca que el número de conceptos, relaciones y asociaciones entre ellos sea bajo. Este tipo de conexiones conceptuales son básicas a la hora comprender un texto, ya que activan la información que el niño ya tiene sobre el tema en cuestión y, por ello, favorecen y facilitan el acceso al significado del texto.
Por otro lado, sus habilidades sintácticas suelen ser bajas, especialmente cuando deben hacer uso de ellas para expresarse de forma escrita. Habitualmente muestran dificultades de organización, planificación y cohesión de las ideas a expresar, lo que unido al léxico pobre, anteriormente mencionado, ocasiona una redacción falta de contenido y desestructurada.
A su vez, cuando leemos, necesitamos retener el sentido de las palabras y mantener el hilo temático para poder comprender el texto. Por ello, será también imprescindible una óptima memoria de trabajo, que permita retener la información a la que accedemos durante el proceso de lectura. Éste es otro de los aspectos que habitualmente suele encontrarse alterado en niños que presentan una alteración de la comprensión lectora.
Cuando, tras la oportuna valoración, se determina que el niño presenta dificultad de comprensión lectora, es necesario que su entorno (familiar y escolar) sea consciente de su relevancia, ya que ésta es la base de gran parte de los aprendizajes académicos.
Debido a ello, la reeducación logopédica será imprescindible y tendrá como objetivo principal, adquirir y dominar estrategias que permitan el acceso al significado de los textos leídos. Algunas de ellas son reconocer el objetivo de la lectura (para poder adaptarse al mismo), formular hipótesis sobre su contenido, reconocer y activar los conocimientos previos que dispone sobre el tema, distinguir la información relevante, y poder auto controlar el proceso comprensivo. La puesta en práctica de todas ellas, favorecerá el acceso al contenido y la integración de la información de los textos leídos.
Como vemos, la comprensión lectora es un fenómeno complejo, en el que intervienen diferentes factores, que deben interactuar entre ellos, para lograr una óptima comprensión. Por otro lado, no debemos olvidar la gran importancia que tiene la motivación e interés del propio niño, ya que este factor puede ser uno de los más decisivos e influyentes en todo el proceso de aprendizaje.
Otro aspecto clave será la edad a la que las dificultades sean detectadas y se comience la reeducación. Como he señalado anteriormente, a medida que avanzan los cursos escolares, los contenidos van siendo más complejos, lo que es, sin duda, un obstáculo más que se interpone en el camino de la reeducación y del aprendizaje.
Nuria Martínez
Logopeda
Psicomotricista
Especialista en Patologia de la Voz
Especialista en Neurolopedia
Revista: “Be Atypical”
Julio 2013. Revista nº 7
No hay comentarios todavía